¿Has oído hablar del kéfir de leche?, ¿y del kéfir de agua?
En este post quiero hablarte de uno de los superalimentos que más rápido actúa en nuestro organismo y que mejores resultados da. Si quieres conocer más de este maravilloso aliado de tu salud, no te pierdas todo lo que te voy a contar a continuación.
El kéfir es un cultivo microbiano originalmente empleado para fermentar leche y obtener una bebida fermentada. Dicho cultivo de kéfir, o SCOBY (Symbiotic Colony Of Bacteria and Yeast), está formado por un gran número de especies de bacterias, lácticas y acéticas, y de levaduras que viven en simbiosis, es decir, dependen unas de otras.
Al igual que la leche, el agua se convierte en un entorno óptimo para el crecimiento del kéfir si en ella se disuelven nutrientes, esto es, azúcares y minerales. Es el kéfir en base agua o kéfir de agua.
El origen del kéfir se sitúa en la región del Cáucaso (entre Europa del Este y Asia occidental, entre el mar Negro y el mar Caspio). Los viajeros que transportaban leche en odres se percataron de que esta cambiaba, convirtiéndose en un producto espeso y de sabor algo agrio pero sabroso.
Ello era debido a las condiciones ambientales del odre —temperatura elevada, poco oxígeno, movimiento…— y a los azúcares de la leche, que los microorganismos del kéfir consumían para crecer.
Propiedades y beneficios del kéfir de agua
Las 8 propiedades más importantes del kéfir de agua y los beneficios que su consumo puede reportar en tu salud son:
- Es un probiótico. Contiene microorganismos vivos que llegan al intestino y ejercen funciones metabólicas beneficiosas.
- Rehidrata y aporta minerales. Cumple todos los requisitos de una buena bebida isotónica.
- Es una bebida baja en azúcar y calorías. El azúcar añadido antes de la fermentación sirve de alimento a las bacterias y levaduras del kéfir.
- Mejora el estado de la flora intestinal. Incrementa el número de bacterias lácticas en el intestino debido a la colonización del cultivo de kéfir y elimina patógenos.
- Potencia el sistema inmune. Estimula la mucosa intestinal y la inmunidad innata (células y mecanismos que nos defienden de la infección por otros organismos).
- Actúa como antibiótico natural. Inhibe patógenos gracias a la acción de ácidos orgánicos, péptidos, dióxido de carbono, etanol o diacetilo, liberados por los microorganismos del kéfir en la bebida.
- Controla el colesterol. Aunque los mecanismos no se conocen muy bien aún, puede mejorar los valores de colesterol
- Posee actividad antiinflamatoria y curativa. En experimentos con animales de laboratorio y cultivos celulares, se reducían los marcadores inflamatorios y se mejoraba la capacidad corporal para regenerarse (quemaduras).
Kéfir de agua vs. Kéfir de leche
El kéfir de leche es más conocido, muchas personas lo preparan en casa y se vende en algunos supermercados. El kéfir de agua es algo más desconocido aún.
En cuanto a su apariencia, los gránulos del kéfir, tanto de leche como de agua, tienen un aspecto similar a la coliflor pero una textura más blanda y gelatinosa. Los del kéfir de leche son blanquecinos; los del kéfir de agua, transparentes.
Aunque el contenido en microorganismos es el mismo para ambos, el valor energético es mucho mayor en el kéfir de leche, con cantidades de grasa y carbohidratos (azúcares) que superan en más del doble a las del kéfir de agua.
Características del kéfir de leche
- Se conserva en frío durante aproximadamente un mes.
- Es un alimento líquido. Aporta azúcares y calorías, grasas y proteínas.
- Su absorción y digestión es más lenta.
- Puede estimular autoinmunidad (acné, psoriasis, artritis, etc.) y no es apto para personas con dificultades para digerir lácteos.
Características del kéfir de agua
- Bien embotellado, se conserva durante más de un año con sus características nutricionales y organolépticas intactas. Una vez abierto, debe conservarse en el frigorífico.
- Es una bebida muy baja en azúcares y calorías, y no contiene grasas ni proteínas.
- Su absorción y digestión es más rápida, favoreciendo su poder probiótico.
- Al estar libre de lácteos, no hay riesgo de autoinmunidad y es apto para personas con intolerancias alimentarias (lactosa y gluten).
Entonces, ¿cuál de ellos es mejor?
Siempre y cuando no existan problemas de autoinmunidad o intolerancias alimentarias, el kéfir de leche es un buen alimento. Si bien el kéfir de agua es más «neutro» para nuestro sistema digestivo y su poder probiótico es mayor.
Mercè Durán
Directora de Suávitas